La conciliación en el medio rural
Quiero aprovechar para comentar una noticia publicada este fin de semana en
el diario La Razón de Castilla y León, concretamente en la
sección correspondiente a la provincia de Palencia, donde se
informaba sobre la iniciativa de compañía palentina Galletas Gullón al
poner en práctica un Plan de Igualdad y Diversidad aplicado a sus más de
1.600 empleados.
En ese plan se trata de fomentar la igualdad en la selección de personal
con procedimientos transparentes y objetivos o potenciar la
conciliación de la vida familiar y laboral, entre otras medidas, lo cual
celebro pues ya va siendo hora de que se deje de dar por sentado que es a la
mujer a la que corresponde atender primero a los hijos y después a los
mayores, sobre todo teniendo en cuenta que esta empresa está situada en el
ámbito rural.
Es interesante que la noticia haga referencia a la Agenda 2030 para el
Desarrollo Sostenible, pues impulsa el compromiso de la comunidad internacional
para el logro de la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres
y niñas.
A pesar de
que la situación de las mujeres rurales ha cambiado considerablemente avanzando en olvidar el “rol” asignado a la
mujer rural, que era totalmente distinto al de las mujeres de las áreas urbanas,
se siguen dando multitud de situaciones en las que la mujer rural joven ante
las dificultades y la falta de perspectivas laborales, unidad a otros factores
como falta de infraestructuras, se ve obliga a abandonar su medio, lo que se
traduce en el grave problema de la despoblación de las áreas rurales.
Sería importante sensibilizar a los niños y adolescentes desde los
colegios e institutos: Educar en base al
valor de la igualdad, así en el momento en el que crezcan contribuirán a
mantener esa igualdad y a respetarse mutuamente.
Otro paso importante sería reconocer y valorar los cuidados no remunerados
y el trabajo doméstico con el cuidado de los hijos y las tareas
domésticas repartidos por igual entre hombres y mujeres.
También sería un gran avance fomentar la prestación de servicios públicos,
la provisión de infraestructuras y la formulación de políticas de protección
social, facilitando los servicios
necesarios para atender a niños y personas mayores o dependientes.
La conclusión es que es preciso que se comience a producir el reparto
efectivo de tareas en el núcleo familiar, y una formación adaptada a las
necesidades específicas del medio rural. Ya que la mujer del ámbito rural no
tiene exigencias diferentes a las de ninguna mujer de la sociedad urbana ya que
son en realidad derechos de todas las personas
https://www.larazon.es/castilla-y-leon/20210528/ncup42w6ovehdfj7tveenclojy.html
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